SOCIOPOLITICA

ESTADO Y FORMAS DE GOBIERNO

La expresión política de formas de gobierno, alude a las diversas maneras de organización de un Estado o el ejercicio del poder. Históricamente se confundieron Estado y Gobierno, revistiendo formas diversas como autocracia, la monarquía, la republica, la democracia y la dictadura.
La sociología política estudia los diversos factores que caracterizan al Estado. Existe un orden o conjunto de elementos materiales, sociales y que intervienen en la consideración de las instituciones políticas. La ciencia política estudia la estructura o sistema de los órganos fundamentales del Estado, el proceso político y jurídico que los crea, y además, define y caracteriza las relaciones que mantienen con los elementos del Estado.
El Estado aparece como una persona jurídica titular de derechos y obligaciones, de acción interna y de acción internacional. Se nos muestra en otra fase, como una organización constituida por un conjunto de órganos. Existen discrepancias entre los autores para fijar el concepto de gobierno y de formas de gobierno. Es necesario distinguir el concepto de Estado, en su más amplia acepción del concepto de gobierno. Desde luego, el Estado aparece como la totalidad del orden jurídico sobre un territorio determinado, en la unidad de todos sus poderes y como titular del derecho de soberanía.
El gobierno es la encarnación personal del Estado, que se manifiesta por la acción de los titulares de los órganos. En general el gobierno se refiere al funcionamiento general del Estado o conjunto de titulares de todos los poderes. En particular se concreta en los individuos y órganos que asumen la acción del Estado, ya sea el jefe del Ejecutivo o a sus órganos auxiliares.
Debe distinguirse gobierno de forma de gobierno. El gobierno es entendido como conjunto de los órganos estatales, puede cambiar, sin que se altere, la forma de gobierno. Una revolución puede derrocar a un gobierno y asumir la misma forma política.


DISTINCIÓN ENTRE FORMAS DE GOBIERNO Y FORMA DE ESTADO

Las formas de Gobierno y las formas de Estado responden a conceptos diferentes, aunque algunos autores tratan de unificarlas bajo una denominación común.

“El concepto de forma, afecta a los distintos grados de la realidad, con todo su complejo institucional e ideológico, configura el régimen político; si se afecta a la estructura de la organización política determina la forma del Estado, y por ultimo, si se limita a tipificar las relaciones entre las instituciones políticas, define el sistema de gobierno.”
Por lo que se refiere al gobierno lo consideramos en los diversos poderes y órganos encaminados a la ejecución de las leyes, a realizar los atributos fundamentales del Estado.
El Estado representa el todo, su unidad y su organización a nociones o principios diversos del Gobierno. Este alude a una parte del Estado, al que le corresponde la realización de sus fines. Entidad a la que se confiere la facultad de dirección.

“La forma de gobierno, dice Bidart Campos, es la forma de uno de los elementos del Estado, la manera de organizar y distribuir las estructuras y competencias de los órganos que componen el gobierno. Es el problema de quien ejerce el poder, o de quienes son los repartidores del régimen político. En cambio, la forma de Estado ya no es la de uno de sus elementos, sino de la institución misma, del propio Estado. Si el Estado es, en el orden de la realidad, un régimen dentro del cual se realiza un reparto, la forma de Estado es la manera de realizar ese mismo reparto; atañe pues, al problema de cómo se ejerce el poder. Así Groppali distingue las formas de gobierno como modos de formación de los órganos del Estado, sus poderes y relaciones, y las formas de Estado como estructura del Estado y relación entre el pueblo, el territorio y la soberanía.”
El gobierno, como conjunto de los poderes públicos o de las instituciones publicas, tiene a su cargo concretar los principios jurídicos y convertirlos en actos particulares, “la soberanía se traduce en acto”, en una expresión feliz de Orlando. Gobierno referido al órgano u órganos que asumen la dirección del Estado.

“Nosotros llamaremos formas de gobierno a la estructura que pueden adoptar, en un país, los órganos encargados de ejercer las funciones soberanas y el mutuo enlace con que deben estar tratados y relacionados entre si,”

“En cambio, nosotros llamaremos formas de Estado, a las distintas formas que una nación puede adoptar, no por la diversa estructura y engranaje de sus órganos soberanos, sino por lo que Ruiz del Castillo llama división o desplazamiento de competencias.” Las formas de Estado hacen referencia a la estructura total y general de la organización política de un país.
Matizando estos conceptos el profesor Groppali nos dice: “Las formas de gobierno, por consiguiente, consideran las modos de formación de los órganos esenciales del Estado, sus poderes y sus relaciones, mientras que las formas de Estado son dadas por la estructura de estos y se refieren a las relaciones que se establecen entre pueblo, territorio y soberanía, según que se concentren y funden en un orden estatal único o estén descentralizadas en los varios ordenes estatales de que resultan constituidas,”
Aunque mantienen estrechas vinculaciones, las formas de gobierno se pueden mostrar independientes de las formas de Estado y obedecer a un desarrollo diverso.

CLASIFICACION DE LAS FORMAS DE GOBIERNO DE PLATON Y ARISTÓTELES

El ideal de las formas puras de gobierno es realizar el interés general, el bien publico o el bien común de una sociedad. Aunque hayan existido formas monárquicas, hasta la fecha no se ha realizado ninguna forma de gobierno, como la republicana, en la que los pueblos han encontrado sus mejores ideales.
Tradicionalmente la mejor de las formas puras de gobierno es la democracia o política, que mira con mayor perfección al bien de la comunidad.
El problema relativo a las formas de gobierno y a las formas de Estado fue entrevisto en sus generalidades por el pensamiento helénico, tanto en la descripción de las formas políticas existentes en aquella época, como en la especulación que de las mismas se hizo por el pensamiento filosófico, en la obra histórica de Herodoto: Los nueve libros de la Historia, como en Platón en su obra ejemplar La Republica. Las formas de Gobierno las clasifico en monarquía, democracia y aristocracia.

Platón
Este filosofo bosqueja en su Republica las diversas formas de gobierno, que pasan, de las que considera las mas perfectas como la aristocracia o gobierno de los filósofos, hasta aquellas en decadencia política en formas tales como la timocracia, la oligarquía que surge cuando los propietarios asumen el poder político; y la democracia o gobierno de las masas –sistema criticado por Platón -, hasta la tiranía. “Hasta que los filósofos sean reyes o los reyes y príncipes de este mundo tengan el espíritu y el poder de la filosofía y hasta que la grandeza y sabiduría política se junten en uno ... las ciudades descansaran de sus males.”

Aristóteles
Mas hemos de detenernos en Aristóteles que sirviéndose del método inductivo hizo un sorprendente estudio de mas de 158 constituciones al describirlas y enjuiciarlas en los principios comunes que las dominaban, y tomando en cuenta la titularidad del poder. Aristóteles. La Política. 3 parte. La teoría del ciudadano y clasificación de las Constituciones.
El filosofo Estagira emplea un doble criterio para clasificar las formas de Gobierno: de carácter numérico, según el gobierno de la ciudad este en manos de una persona , de varias o de una multitud, de carácter cualitativo que atiende al interés publico.

Aristóteles considera las formas de gobierno divididas en dos grupos:

1. Las formas puras o perfectas, destinadas a realizar el bien de la comunidad; y 2. Las formas puras o perfectas, que practican rigurosamente justicia, son: a) La monarquía, que es el gobierno ejercido por una sola persona; b) La aristocracia, que es el gobierno ejercido por una minoría selecta; y c) La democracia, que es el gobierno ejercido por la multitud o mayoría de los ciudadanos. Aristóteles expresa: “Monarquía es aquel Estado en que el poder dirigido al interés común no corresponde mas que a uno solo; aristocracia, aquel en que se confía a mas de uno y democracia, aquel en que la multitud gobierna para la utilidad publica. Estas tres formas pueden degenerar: el reino en tiranía; la aristocracia, en oligarquía; la democracia en demagogia.”

2. Las formas impuras, degeneradas o corrompidas, que solo toman en cuenta el interés de los gobernantes son aquellas formas de gobierno que desvirtúan sus finalidades sirviendo intereses o propósitos particulares. El gobernante olvida o pervierte su misión y hace del poder publico un instrumento de sus intereses egoístas.
Estas formas impuras son:
a) La tiranía que no es otra cosa que la degeneración de la monarquía;
b) La oligarquía o forma corrompida de la aristocracia; y
c) La demagogia que también se llama la oclocracia, que es una degeneración de la democracia.
El pensamiento de Aristóteles fue mas lejos al considerar formas de gobiernos mixtas, que ya habían sido analizadas por el pensamiento político de su época y que el se encargo de sistematizar.
A la clasificación de Aristóteles se le han hecho numerosas criticas señalando otras formas de gobierno en las que no concurren los elementos que el define.
La preocupación se manifiesta en la determinación del numero de personas que deberá ejercer el poder. En la monarquía el poder se concentra en una sola persona; en el régimen oligárquico en varias personas; y en la democracia en el pueblo.

EL GOBIERNO MIXTO DE POLIBIO Y OTROS AUTORES

Polibio
La influencia de las instituciones políticas helénicas fue manifiesta, en el pensamiento romano.

Con su sentido de la realidad los romanos practicaron una forma de gobierno mixto. E l poder se dividía entre el pueblo y el monarca o entre una aristocracia y el pueblo, en un proceso de cambios políticos en que la Constitución pasara del reino de la tiranía, a la democracia y a la oclocracia y después a la monarquía, y de este modo continuar el mismo desenvolvimiento.
El pensamiento de Aristóteles influyo notablemente en el pensamiento político de roma, señalándose que tanto Polibio como Cicerón, admitieron la clasificación y los caracteres de las formas de gobierno mixto.
Polibio es el expositor del gobierno mixto o forma constitucional que combina el poder monárquico, el aristocrático y el poder democrático, representados por el consulado, el senado y los comicios. El gobierno mixto que amalgama a los demás es ideal y evita los perjuicios de las otras formas de gobierno.
En la teoria del gobierno mixto se esboza un regimen de coordinación de funciones, sin preeminencias de uno sobre otro, coordinando sus actividades sobre la base de equilibrio y de igualdad.

Santo Tomas de Aquino
La teoría de la forma mixta de gobierno se manifiesta en el pensamiento político medieval en Santo Tomas (en su Summa Theologica, libros II y III), en Suárez, en el Dante y en otras figuras importantes que se manifiesta en el ideal de una organización con un jefe a la cabeza del Estado, guiado por la ley de la virtud. Estos regímenes aluden al reino, la aristocracia, la oligarquía y la democracia amenazados por la sedición y las tiranías.

Maquiavelo
Por lo que se refiere a Maquiavelo, este, como expusimos anteriormente, reconoce una clasificación bipartita de las formas de gobierno.
Las palabras iniciales del Príncipe se refieren a que todos los Estados o son Republicas o son Principados.

Montesquieu
En el capitulo primero del Espíritu de las Leyes, Montesquieu introduce modificaciones fundamentales a la teoría de las formas de gobierno de Aristóteles, distinguiendo entre monarquia, despotismo y republica.
Afirma este autor: “Supongo tres definiciones o mejor dicho tres hechos, a saber: que el gobierno republicano es aquel en que el pueblo, en cuerpo o solo parte de el, ejerce la potestad soberana; que el monárquico es aquel en que gobierna uno solo, pero con arreglo a leyes fijas y establecidas; que a diferencia de este, el despótico es aquel en que uno solo, sin ley ni regla, lo dirige todo a voluntad y capricho.”
“La republica en donde el pueblo en cuerpo, ejerce el poder soberano esta en manos de parte del pueblo, se tiene una aristocracia.”
“En los Estados populares, es decir, en las republicas democráticas, se necesita el resorte de la virtud. La moderación es el alma de los gobiernos aristocráticos; mas entiéndase que me refiero a la que esta fundada en la virtud, no a la que nace de la cobardía o pereza del alma.” Y agrega: “En cambio en las monarquías la política produce las mayores cosas con la menor virtud posible.”
Es interesante observar que el pensamiento político de Montesquieu que responde a la estructura de las formas políticas de su tiempo, se ha calificado de divagaciones peregrinas.
Finalmente se cierra este ciclo histórico con las ideas de Rousseau, que distingue entre democracia, aristocracia y monarquía, que se confunden en su ejercicio y las Kant sobre las formas de soberanía.
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EL ESTADO DE BIENESTAR
La expresión Estado de Bienestar describe a un gobierno grande y costoso, responsable de brindar servicios de educación, salud, pensiones, habitación, energía, seguro de desempleo y demás a la población a la que gobierna.
Muchos de estos servicios podrían ser ofrecidos por empresas particulares, pero en el caso de un estado de bienestar, es el gobierno quien lo hace, generalmente como monopolio, o al menos como proveedor muy dominante.
En una visión tradicional de las funciones de un gobierno, ellas incluirían responsabilidades de protección a la persona y sus propiedades —dentro de una estructura de gobierno de poder dividido en ejecutivo, legislativo y judicial.
Pero en el caso del Estado de bienestar, el gobierno es mucho más grande y va mucho más allá al darse a sí mismo la responsabilidad del cuidado total del ciudadano desde que nace hasta que muere.
Un Estado de bienestar no sólo tiene la responsabilidad normal de un gobierno que cuida los derechos de los ciudadanos, especialmente sus libertades (un estado de derecho) también se adjudica la responsabilidad de brindarle servicios adicionales como seguridad social, vivienda, educación y otros, como pensiones, energía, diversión pública, transporte, guarderías infantiles y otros más, con la idea de que eso logra elevar la calidad de vida de las personas.
La consecuencia lógica de esa ampliación de las responsabilidades gubernamentales y del número de burócratas, es la necesidad de mayores recursos propiedad del gobierno —cosa que requiere necesariamente de impuestos más altos a los que se pagarían dentro de un sistema que no fuera de bienestar.
Los ciudadanos pagan altos impuestos, los que sirven para pagar a la burocracia que después da el servicio al ciudadano, como atención médica o educación.
Un estado de bienestar, por esa característica, es un tipo de gobierno de poder concentrado y muy grande. Por eso muy opuesto a las creencias liberales que sostienen la idea de un gobierno de poderes más limitados y menos costosos.
Los gobiernos de bienestar poseen más poder que los que no lo son,  por ser los principales o únicos oferentes de servicios que piensan son primordiales —son esos gobiernos los responsables del bienestar de sus ciudadanos.
De esa naturaleza surge la crítica que señala la anulación de la responsabilidad personal en el ciudadano, quien la traslada al gobierno a quien exige la satisfacción de necesidades que él debía satisfacer por esfuerzos propios y que al final de cuentas salen de los bolsillos de ellos mismos.
Se afirma, con buena razón, que un Estado de bienestar crea ciudadanos inmaduros, irresponsables e incapaces de esfuerzos personales —personas que se vuelven para todo dependientes de la burocracia.
Claramente, hay diversos grados de bienestar proveído por los gobiernos —en el mayor de los extremos se estaría en presencia de un Estado socialista cuyo gobierno es el único responsable de esos servicios, pero existen casos menos extremos: en México, por ejemplo, el Estado es el mayor proveedor de educación pública y servicios de salud, pero no prohibe que esos servicios sean ofrecidos por otros.
La crítica liberal de esa práctica de servicios concentrados en el gobierno, señala que sin competencia los proveedores tienen escasos incentivos para dar buen servicio y que por tanto los ciudadanos no mejorarán su bienestar como era la intención original —buenos ejemplos de esta crítica es la baja calidad de la educación pública en México, de los servicios de salud en el Reino Unido y en Suecia.
La burocracia que es pagada sin importar la calidad del servicio que presta, naturalmente, atiende de mala manera al ciudadano.
La motivación central del Estado de bienestar es altruista y poco realista —desea lograr que los ciudadanos a los que se gobierna posean un mínimo aceptable de bienestar personal material y en esto es igual a cualquier otro tipo de gobierno democrático.
Pero difiere grandemente de los sistemas liberales por las estrategias que emplea, basadas en la acumulación de poder y recursos que redistribuye a su criterio por medio de los servicios proveídos. Un gobierno liberal haría lo opuesto, dejar que los ciudadanos tengan la libertad y la responsabilidad de esos servicios.
Es decir, para entender al Estado de Bienestar, ayuda el comprender la idea de un gobierno que, preocupado por el bienestar de sus ciudadanos, opta por tomar un papel activo en la oferta de servicios que son considerados como esenciales a la persona, por ejemplo, la atención médica o la educación —pero esa preocupación resulta en impuestos altos y servicios de mala calidad.